viernes, 27 de noviembre de 2009

Un vivo ejemplo de superación



Alfredo Quiñónez Hinojosa, Nació y creció en México, en el seno de una familia humilde. A los 19 años decidió probar suerte emigrando ilegalmente a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida.

Como todo inmigrante indocumentado,  que no habla inglés ni tiene habilidades laborales, paso por muchas necesidades y obstáculos.

Quiñónez, vivía en ese entonces,  en un viejo tráiler y trabajaba algunas veces como pintor, soldador  y otras veces cultivando vegetales en los campos de California.

Sin embargo, Quiñonez sentía en su interior el deseo de superarse, mientras hacía malabares para poder ganar algo de dinero para sobrevivir, decidió ir a aprender inglés en una escuela comunitaria de formación profesional. Sabiendo que la única manera de salir adelante en Estados Unidos era por medio de la educación.

Logra obtener la residencia por medio de una reforma migratoria para los trabajadores del campo. Al mismo tiempo se gradua del colegio comunitario y  gana una beca para estudiar psicología en la Universidad de Berkeley, California.

Decide proseguir sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. Se gradúa de medico y realiza su especialización de neurocirugía en  la Universidad de California en San Francisco.

Actualmente, es profesor de oncología y neurocirugía de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y es director de un  Laboratorio de Tumores Cerebrales, donde participa en la investigación del papel de las células madre en el origen del cáncer cerebral.

"Si comparo mi vida con el sufrimiento de mis pacientes me doy cuenta que no he sufrido nada" señala Quinonez, un científico tremendamente trabajador que sin duda  sirve de inspiración  para todos los latinos.

Foto: Alfredo Quiñónez

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